martes, 31 de diciembre de 2019

Mis lecturas de 2019

Y para cerrar el año en este blog, y fiel a la costumbre iniciada allá por 2009, resumo mis lecturas en el campo de la ficción, la literatura y las humanidades.

Ha sido este un año en que, por desgracia, continua la tendencia a una menor cantidad de lecturas de ficción compensada parcialmente por algo más de lectura de ensayo y, sobre todo, por lecturas en los campos de la tecnología y los negocios que comento en otro de mis blogs, Blue Chip.

Un año sin tampoco una predominancia clara ni de autores, ni temas, ni ningún otro factor que pueda caracterizar claramente el conjunto de lecturas. 

Estas han sido, en fin, mis lecturas de 2019.

NARRATIVA


Este año voy a destacar sólo dos obras en narrativa.

La ganadora clara es 'Las ciegas hormigas' de Ramiro Pinilla, un libro que me recomendó un amigo, grandísimo lector, y que me impresionó por la enorme calidad que atesora.  La acción, dura, se sitúa en el país vasco y recoge las luchas y peripecias de los habitantes ante el naufragio de un barco en sus costas, un barco del que pueden obtener un buen botín. Un libro en realidad ya antiguo y supongo que algo olvidado pero que, sin ninguna duda, vale la pena recuperar y que recomiendo encarecidamente.

Y el segundo puesto sería para 'Mamá' de Jorge Fernández Díaz, una versión ligeramente novelada, de la vida real de la madre delautor, emigrante a Argentina a principios del año pasado. Una obra documental e ilustrativa pero también sensible y donde no puedo evitar haber sentido un cierto reconocimiento por el hecho de que los protagonistas son de origen asturiano.

POESÍA

Con tan pocas lecturas, no parece tener sentido hacer un ranking. Sólo destacaría, no sé si por su calidad intrínseca, o porque me 'ha llegado', la poesía de José Ángel Buesa, que descubrí de una forma absolutamente casual en un ámbito que nada tenía que ver con lo literario, pero que me impulsó a buscar su obra. 

ENSAYO
  • Ética para máquinas (José Ignacio Latorre)
  • Las raíces éticas de la democracia (Adela Cortina)
  • Ética a Nicómaco (edicion Doceuvas) (Aristóteles)
  • Ética a Nicómaco (edición J.R. Ayllón) (Aristóteles)
  • Transhumanismo: la búsqueda tecnológica del mejoramiento humano (Antonio Diéguez)

Este año he recuperado algo la lectura de filosofía, y creo que es una tendencia que se mantendrá el año que viene.

En este caso me han gustado mucho, y lo recomiendo, el libro 'Transhumanismo' de Antonio Diéguez, una visión informada, serena, racional y muy bien explicada sobre lo que es el uso de la tecnología para modificar al hombre, con las realidades y perspectivas que existen desde el punto de vista tecnológico y su valoración filosófica. Interesantísimo.

Muy interesante también, aunque algo menos honda, la obra de José Ignacio Latorre sobre la ética en el mundo de la inteligencia artificial. Un bestseller que es fácil comprender por qué ha alcanzado esa condición. 

*****

Para el año que entra no tengo un plan claro en lo que a ficción se refiere, pero sí creo que en lo relativo a ensayo seguiré incrementando la lectura en el campo de la filosofía (especialmente en su relación con la tecnología) y es posible que me atreva también con algo de sociología y/o antropología. Ya veremos.

En cualquier caso, dentro de 365 días espero estar escribiendo el balance lector de 2020.

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domingo, 29 de diciembre de 2019

Mi experiencia escribiendo un libro (II): el sector editorial


Este es el segundo artículo que dedico a contar mi experiencia con mi primer libro, "La Carrera Digital". El artículo anterior, algo más personal, se centraba sobre todo en lo que denominaba los 'momentos especiales', aquello que más ilusiona o emociona de la escritura y publicación de un libro.

En este artículo, aunque siempre por supuesto aportando mi visión personal y mi experiencia particular, voy a hablar de algo más general y, por desgracia, menos gratificante: mi contacto con el sector editorial.

Las editoriales tradicionales


Cuando me decidí a escribir el libro, ya muy desde el principio, pensé en qué editorial publicarlo y cómo intentar llegar a esas editoriales. Me hice un listado de las editoriales, o sellos editoriales, que conocía y que publicaban libros de temática similar a la del mío... y me puse a investigar cómo contactar. Y no era fácil...como ya suponía.

Al final, y con bastante separación en el tiempo, contacté con dos editoriales tradicionales de las que resultan reconocibles a 'todo el mundo', pero de las cuales me abstendré de dar el nombre. Una muy al principio, con el libro siendo más un proyecto que una realidad, y otra con el libro ya muy avanzado. La forma de llegar hasta ellas fue utilizando contactos indirectos, es decir, personas conocidas que, a su vez, conocían a personas con peso y responsabilidad en la editorial de turno. Sé que no es fácil conseguir que una editorial, digamos 'normal', publique a un autor novel y al que no conoce, así que mi idea era que, ya que tenía una cierta 'entrada', al menos le darían una oportunidad al libro, analizarían su calidad, su oportunidad y sus posibilidades. 

Me equivocaba.

Ninguna de las dos editoriales leyó el texto ni analizó el libro. En absoluto. El contenido, el producto en sí, el libro, en apariencia era lo de menos. 

Para las dos.

Eso sí, el trato fue muy, muy diferente en una y otra. 

En una de ellas. la segunda en el orden cronológico de contacto,  el trato fue cercano, muy amable y explicando muy claramente sus planteamientos y el por qué no iban a publicar muy libro salvo bajo unas condiciones muy especiales que fui yo quien preferí no aceptar, por onerosas y arriesgadas. El resultado no fue el que yo esperaba, claro, pero el trato, la forma de relacionarse conmigo de esta editorial, fue a la vez profesional, transparente y humana. Y les estoy agradecido, muy agradecido por ello y guardo buen recuerdo y buena imagen de esa editorial. 

En la otra, la primera con que contacté, por el contrario, el trato fue, en mi opinión, despreciativo, sin la menor consideración, no ya solo al libro, sino también al escritor, a la persona... a mi. Me ignoraron hasta el desprecio, y cuando, tras mucho insistir, me dieron una contestación, fue muy breve, muy fría, muy poco y mal argumentada y, en fin, muy poco creíble. Tan despectivo me pareció el trato recibido que de esta segunda editorial, de la cual he leído varios libros y a la que hasta ese momento le tenía especial simpatía, ha pasado a ser una editorial que me causa un profundo rechazo y de la que, salvo que saquen un título absolutamente especial y exclusivo, prefiero no volver a comprar ningún libro. Han perdido a la vez, un posible autor y, sobre todo, en lo que supongo que más les podría importar: un cliente y un frecuente lector.

La autoedición


Tras esos dos contactos decidí que no más, que no iba a seguir invirtiendo energías en la búsqueda de una editorial de las tradicionales, en las que veía tan poco interés en arriesgarse ni siquiera un poquito con un autor que no conocían.

Decidí que debía concentrar mis energías en lo más importante que era escribir el libro, un buen libro, cosa que sí que estaba en mi mano y que espero, y en el fondo creo, haber conseguido. Y, a cambio, dejar de invertir esfuerzo inútilmente en buscar una editorial eterna y casi con total seguridad infructuosamente.

Así que pensé que mi opción era la autoedición.

Y durante unas semanas, o unos meses, no lo recuerdo bien, ese pasó a ser mi plan. No era lo que deseaba al principio, pero era lo único que me parecía viable.

Eso si, optar por la autoedición me suponía dedicar tiempo a investigar primero y ejecutar después, tareas como la maquetación, el diseño de portada, la gestión del ISBN, la gestión del espacio en Amazon (que era donde pensaba publicarlo) etc

Y debo decir que esa dedicación de esfuerzos a tareas que considero de menor relevancia para mis objetivos, me pesaban, y retrasó algo la planificación del libro.

Hasta que descubrí una tercera vía.

Editoriales de impresión bajo demanda


Por medio de un amigo, descubrí esta opción, que considero intermedia entre la editorial tradicional y la autoedición.

Las editoriales de edición bajo demanda funcionan, desde el punto de vista de producción, de una forma muy similar a una editorial tradicional: revisan los manuscritos y los aceptan o rechazan, firmas con ellos un contrato, realizan una revisión del texto, hacen la maquetación del mismo y de la portada, gestionan el ISBN, gestionan la doble edición papel/eBook, dan de alta el libro en los catálogos que utilizan las librerías y grandes superficies, etc...

Esta solución me pareció fantástica para eliminar los problemas de dedicación de esfuerzos a tareas que no fuesen escribir realmente el libro y me proporcionaba garantías de calidad en la maquetación, la impresión, el diseño, etc

¿Las contrapartidas? Diría que tres:
  • Por un lado, se trata de editoriales con marca menos reconocida que las editoriales tradicionales. Eso, a efectos de comercialización y marca personal es un 'minus'.

  • Aunque permiten la compra del eBook casi en cualquier lugar del mundo y en una multitud de Webs no hacen, sin embargo, distribución de ejemplares en papel a tienda. Sólo imprimen aquello que se les solicita ya bajo pedido. Eso sin duda es un 'handicap'...pero es el mecanismo principal que tienen, entiendo, para reducir costes, ser competitivas con las editoriales tradicionales y poder atender a autores menos conocidos.

  • Tiene coste. El autor, yo en este caso, debe invertir una cierta cantidad de dinero. Eso sí, me pareció una cantidad razonable y una apuesta que estaba dispuesto a asumir.

Cuando descubrí esta opción, me gustó mucho y es la que al final he adoptado. En mi caso, bajo la editorial ExLibric.

Debo decir que el resultado en cuanto a revisión del texto, maquetación, diseño de cubierta, etc es en mi opinión, muy satisfactorio y me confirma que, finalmente, tomé la decisión acertada.

Puntos más débiles son la distribución y la promoción.

La distribución


La distribución, esto es, el hacer llegar los ejemplares a los puntos de venta es problemática. En mi caso, y dado el modelo editorial elegido, no existe distribución a tienda salvo que éstas asuman, bajo su criterio y riesgo, la compra de ejemplares para ponerlos a la venta. 

Esto es comercialmente una desventaja importante, no cabe duda. 

Creo que muchas veces los libros 'entran por los ojos' o tras haberlos 'ojeado'. En el caso de mi libro, a lo mejor mi opinión está sesgada, pero creo que si una persona que no lo conociese lo viese en tienda, le llamaría la atención (la portada creo que es atractiva) y si ese alguien lo ojease, viese el índice, las figuras y el aspecto general, creo que el libro ganaría muchas opciones de ser vendido. Como el libro no se encuentra en tiendas...pierdo esa opción. Además, el modelo adoptado, dificulta, aunque no imposibilita, la compra en papel fuera de España.

Sí que funciona razonablemente bien la distribución en eBook, aunque se propaga algo más lento de lo que yo hubiese esperado y deseado, y aunque en algunas webs no está bien implementada la ficha del libro. Pero, en general, sí que es cierto que en formato eBook mi libro está presente en cada vez más Webs y se puede adquirir con cierta facilidad en cualquier parte del mundo.


La promoción


Éste, junto con la distribución en papel a tienda, es el punto más débil. 

Apenas he tenido promoción comercial. El conocimiento del libro por parte de los eventuales lectores, debo conseguirlo por mis propios medios o confiando en que el azar o el boca a boca entre lectores, me ayude.

No es mucha ayuda...pero es la que tengo...


Unas reflexiones sobre el sector editorial


Tras mi experiencia, se me ocurren algunas reflexiones sobre el sector editorial. No me atrevo a afirmar que sean generales, sino que son mi valoración personal ahora mismo y fruto de mi experiencia actual.

Veo al sector editorial tradicional, a las editoriales de toda la vida, muy estáticas, muy conservadoras, con muy poca capacidad, ni vocación dicho sea de paso, de asumir el más mínimo riesgo, de apostar por un nuevo autor o por un libro. Buscan ir sobre seguro, garantizando el retorno de inversión, con independencia del contenido y renunciando a ninguna 'sorpresa editorial'. Y esto las convierte en territorio casi vedado, casi hostil, para escritores noveles salvo que éstos sean muy populares por otros motivos (políticos, artistas, influencers, etc).

¿Qué aporta una editorial tradicional? Creo que aporta o puede aportar cuatro cosas: marca, 'know-how', promoción y distribución.

No está mal, pero hay que tener en cuenta que el 'know-how' y parte de la distribución lo aportan tambiñen las editoriales en modelo bajo demanda y que, incluso, cada vez es más fácil que una persona individual (mediante autoedición) puede suplir esas funciones. Suprimido el know-how y la distribución en formato eBook, quedaría, entonces, la marca, la promoción y la distribución física. Son cosas valiosas pero, si para publicar a un autor, esperan, y es lo que parece que sucede, que este autor ya sea muy conocido (que ya tenga mercado y que la promoción sea relativamente sencilla o casi nula)... ¿cuál es su valor real?

Puede que sólo la distribución física.

Para un autor consagrado, la marca la aporta el propio autor, más que la editorial, y la promoción casi 'la llevan puesta' esos autores sin mucha ayuda de la editorial. Es decir, que lo único que aportaría la editorial tradicional realmente diferencial es la distribución del formato papel a tienda. ¿No puede ser ese poco valor?

Es decir, a los autores noveles casi se les cierra la puerta, porque no hay garantía de retorno de la inversión y a los consagrados se les aporta poco valor.

¿No se están arriesgando las editoriales tradicionales a ser irrelevantes, especialmente si el eBook llegase  a ser un formato predominante?

En cuanto a las editoriales en modelo bajo demanda creo que deben mejorar, y mucho, al menos en la experiencia que yo he tenido, en la promoción, ya que es la única forma de conseguir compradores cuando en su cartera de autores, en general, tendrán autores y títulos menos conocidos que en las editoriales tradicionales. No hablo de una promoción muy cara, que entiendo que no la puedan afrontar, pero sí una muchísima mayor presencia en medios digitales y un mayor intento de colocar contenidos (entrevistas, vídeos, etc) en medios como radio y televisión. Si no, es posible que autores que sean hábiles con las herramientas de edición, o que tengan quien les ayude, o quienes no duden en invertir un poco más, publiquen vía autoedición sin recurrir a las editoriales bajo demanda.

Soy muy lector, y busco y compro libros de todo tipo. Y cada vez con más frecuencia observo a autores muy, muy reputados en sus campos, que publican sus libros en formato de autoedición. Por algo será...

Creo que es un riesgo para las editoriales. 

Si no consiguen añadir más valor y ser más accesibles para los autores noveles, puede que con el paso del tiempo se conviertan en irrelevantes y que los autores 'se busquen la vida' por su cuenta, los consagrados porque no necesiten editoriales y los noveles o menos conocido porque tengan vetado el acceso.

El futuro...


Como contaba en el artículo anterior, escribir y publicar es una actividad muy gratificante. Y ya aviso que mi intención es que 'La Carrera Digital' no sea mi único libro, ni mucho menos.

Pero la lucha con las editoriales es difícil.

Tengo que confesar que me encantaría ver publicado algún libro mío en un sello editorial de los conocidos. Probablemente ese deseo provenga no tanto de un razonamiento estrictamente racional como, más bien, de mi corazón de lector acostumbrado a comprar muchos libros a editoriales y al cual le haría ilusión ver una obra propia en ese formato. Y lo voy a intentar. Pero la experiencia me hace ver que es difícil y no pienso gastar excesivas energías si no observo algún interés. 

Con lo cual, lo más probable es que siga optando por el modelo de editorial con impresión bajo demanda.


... y un par de consejos


Por si este artículo lo lee algún autor novel o poco conocido, me permitiría, con mucha humildad, darle. como regalo, un par de consejos fruto de mi experiencia personal.

El primero es de cero desánimo. No te deprimas ni te vengas abajo si ves que su manuscrito es rechazado (o ignorado) por las editoriales tradicionales. Es, con mucho, lo más fácil que te suceda.

Pero si de verdad, escritor, quieres publicar, si ésta es tu vocación y anhelo, si estás dispuesto a esforzarte e incluso invertir, tienes a tu alcance la autoedición y, con una inversión moderada, el modelo de impresión bajo demanda. Ni te deprimas ni consumas excesivas energías en buscar editorial tradicional. No vale la pena. Si no te hacen caso, opta por uno de los otros dos modelos: autoedición o impresión bajo demanda. Si algún día te conviertes en autor de éxito, probablemente ya vendrán a buscarte, pero de momento tienes que salir adelante.

Y el segundo consejo es de fe en ti mismo. Sé exigente en la calidad de lo que haces, en la redacción, en la ortografía, en la presentación... pero, a partir de ahí, confía en ti mismo y en tu obra. No esperes que las editoriales crean en ello ni que te apoyen, no esperes demasiado de tu entorno, no esperes demasiado de las librerías... ni siquiera, perdón, esperes demasiado de los lectores. Cree en ti y empuja tú. 

Al fin y al cabo, es tu sueño lo que está en juego.

domingo, 22 de diciembre de 2019

Mi experiencia escribiendo un libro (I): los momentos especiales


Y por fin, al final, este 2019, conseguí terminar de escribir, y sobre todo publicar, mi primer libro.

¿Su título?

La verdad es que me gustaría que cualquier que me siga en mis blogs, incluido éste, ya lo supiera (en realidad me gustaría que ya lo hubiese leído), pero por si acaso lo recuerdo: "La Carrera Digital". Y no, como el título ya anticipa, no se trata de un libro de ficción, sino de un ensayo a caballo entre la tecnología y el 'management' y sobre la popular temática de la transformación digital.

Durante varios años he leído, e incluso escrito, alguna reflexión sobre la escritura, sobre la experiencia de escribir, de publicar... una experiencia que, entonces, era para mi una mera aspiración o una entelequia sobre la que resultaba interesante leer, absorber, debatir, analizar...pero siempre en tercera persona, en cabeza ajena o, como mucho, como una posibilidad de futuro.

Ahora ya tengo esa experiencia y ahora ya puedo hablar en primera persona. Ahora ya sé lo que se siente escribiendo un libro, tratando con editoriales y esperando y en algún caso recibiendo, feedback de los lectores. Y de eso hablaré en este artículo que, en cierto modo, es primo-hermano de otro artículo que recientemente he publicado en otro de mis blogs, La Vida de Color Azul y que titulé 'La Carrera Digital o el rastro de un sueño'.

Digo que ahora sé lo que se siente aunque, en realidad, no creo que haya una única forma de sentir esa experiencia, que en realidad depende de cada autor, cada libro y cada momento vital y creativo. Así que, en realidad, describiré mi experiencia escribiendo este libro.

Como el tema se va a alargar un tanto, voy a hacerlo en dos artículos, este primero escrito más en primera persona, en clave personal, contando mis sensaciones y emociones y ya en el siguiente, hablaré más de la experiencia con las editoriales, con la promoción y la distribución, es decir, con el mercado editorial.

En el plano personal, lo primero que hay que decir es que escribir es, al menos para mi, una vocación, algo que he hecho, y espero seguir haciendo, simplemente porque me gusta y me apetece hacerlo. Escribir, lo que se dice escribir, llevo escribiendo desde hace muchos años, pero lo diferencial ahora es escribir, y publicar, un libro completo.

Lo siguiente que tengo que decir es que la experiencia de escribir es muy, muy gratificante. Disfrutas la escritura en si misma, y disfrutas cuando repasas lo escrito y ves que te gusta lo que lees y te parece que está bien escrito y que transmite algo valioso, algo que de alguna manera te representa y algo que vale la pena contar.

Aunque también es preciso reconocer que es un esfuerzo y que en ocasiones te sientes cansado o desganado. Sin embargo, creo, o en mi caso así ha sido, que se trata de un esfuerzo razonable. Te esfuerzas como tienes que esforzarte para cualquier otra actividad que sea relevante: te tienes que esforzar para estudiar, te tienes que esforzar para ganar clientes, te tienes que esforzar para gestionar proyectos, te tienes que esforzar para gestionar recursos, te tienes que esforzar en el deporte, te tienes que esforzar para mantener tu casa en orden... y te esfuerzas también para escribir un libro, claro. 

Con una relativa frecuencia he leído artículos o comentarios de autores que te describen la escritura de un libro como una especie de odisea o más bien un infierno, como un esfuerzo sobre-humano, como algo agotador, como algo que no recomendarían a nadie... Bueno, pues no es así. Mejor dicho, no puedo juzgar cuál ha sido la experiencia de otros, pero la mía no ha sido así. El esfuerzo, sin duda ha existido, y no pequeño, claro, pero nada de infierno, nada de sobre-humano. Un esfuerzo en línea con el que precisan otras iniciativas y un esfuerzo proporcionado a la satisfacción que produce.

Lo que sí es cierto es que escribir un libro implica, aparte de esfuerzo, una cierta disciplina. Es fácil dejarse llevar e interrumpir la escritura. En mi caso, y aunque reconozco que pasé por baches en que dejé temporalmente de escribir, en parte por exceso de trabajo en otros ámbitos, en parte por haber perdido un poco el hilo (la inspiración, si se quiere), aplique bastante disciplina y un trabajo planificado, monitorizado y razonablemente constante. Hablo de planificado y monitorizado porque, eso si, como en muchas de mis actividades, tenía un plan, un plan escrito, con actividades y fechas y, aunque los planes tienden a retrasarse, y también fue así en este caso, el hecho de existir y de recordarte lo pendiente, suponen, al menos para mi, un acicate para cumplir, para no detenerte y para seguir adelante.

En conjunto, en cualquier caso, como decía más arriba, el balance es muy positivo y la experiencia de escribir realmente satisfactoria.

Pero sobre todo, y es lo que más quiero destacar en este artículo, hay momentos especiales, momentos de emoción y momentos que te hacen sentir muy bien: cuando terminas de escribir, cuando lo ves publicado, cuando lo presentas, cuando hablas con lectores...

Curiosamente, el momento de acabar la escritura, aún siendo especial, se diluye un poco, o al menos a mi me sucedió así. Dado que la escritura es una actividad un poco continua, dado que siempre estas revisando y corrigiendo pequeños detalles, no hay un momento completamente nítido en que puedas decir "¡ahora! ahora he terminado". De todas formas, aunque quizá el momento no sea tan agudo, tan claramente definido, no deja de ser una impresionante sensación la de terminar un libro, supongo que aún más si éste es el primero, y pensar que sí, que lo has conseguido. 

Otro momento que para mí sí resultó muy emocionante fue cuando tuve el libro por primera vez en mis manos, momento que describo también en el artículo 'La Carrera Digital o el rastro de un sueño'. A pesar de que sabía, evidentemente, el aspecto que tenía la portada y el contenido, a pesar de que sabía que me iba a llegar en breve un 'pack' con 95 ejemplares, cuándo al final llegó (debo decir que me sorprendió un poco la fecha porque pensaba que iba a tardar algo más), la sensación de abrir una caja, tomar el libro y ojearlo, de tener físicamente el libro en tus manos es... bueno, difícil de describir. Muy, muy especial.

Especial es también cuando tu familia lo mira y admira. Especial cuando empiezas a contárselo tu, u otros, a personas de tu entorno.

Como especial también es, o fue para mi, el momento de la presentación oficial. Sentí un cosquilleo extraño, una mezcla de satisfacción, orgullo y nervios, por un lado por lo significativo del momento para mi y, por otro, porque la verdad es que la actividad de escribir el libro la había llevado con mucha discreción y muy poca gente, muy poca, sabía que lo estaba haciendo. Y presentarlo era hacer una especie de manifestación o revelación. Además, en la presentación esperaba a público heterogéneo que me conocían en facetas muy diferentes y se hace extraño, aunque motivador, mostrar a gente próxima una cara tuya muy diferente a la que conocen. Como describo en el otro artículo, la experiencia en este caso fue agridulce: muy bonita y emocionante por el acto en sí, y algo triste por una asistencia bastante escasa y con ausencias notables. En cualquier caso, fue un evento único, que preparé con mimo, que viví con intensidad, y cuyo recuerdo me acompañará siempre.

Y hay otros momentos especiales: las interacciones con los lectores. Cuando ves que en algún medio social (por ejemplo Twitter) o en las reseñas de Amazon, personas a las que no conoces, mencionan y valoran tu libro te da un pequeño vuelco el corazón. Debo decir que ademas, hasta la fecha, los comentarios no han sido abundantes, pero sí muy elogiosos. Incluso he tenido la ocasión de conocer en persona a alguno de esos lectores, estoy en concreto pensando en una persona realmente extraordinaria, y es fascinante. 

No necesito alicientes para escribir, porque ya he dicho que la escritura en sí misma es muy satisfactoria para mi. Pero si necesitase de esos alicientes o de algún tipo de impulso adicional, esta interacción con lectores que han leído y disfrutado tu libro, sería ese impulso extra, eso que hace que tu tarea como escritor cobre sentido, que valga la pena. El último de los momentos especiales.

Y es que, aunque escribes porque te satisface y quieres hacerlo, escribes también para que te lean, para que las argumentaciones o historias que cuentas, tu mensaje, llegue y 'cale'.

Y tengo mucho empeño en transmitir un mensaje. El día de la presentación, esa a la que tan poco público acudió, anuncié lo que consideraba mi misión, una misión personal y profesional. Una misión que consiste en transmitir a directivos y empresas que lo necesiten (y creo que son muchos directivos y muchas empresas) lo que he aprendido en casi 30 años de ejercicio profesional en el campo de la tecnología, combinados con otros 30 años en paralelo de investigación y estudio. Creo sinceramente que tengo mucho que aportar y que contar. Y la escritura, aparte de una vocación, es una fantástica herramienta para llegar a un público muy amplio, para transmitirles un conocimiento, para moverles a la acción en la dirección adecuada.

Y, como titulo la introducción del libro, es que 'Ha llegado la hora'. Ha llegado la hora, entre otras cosas, de escribir y publicar. Ha llegado la hora de transmitir el mensaje, de mostrar, enseñar y ayudar. Ya tengo la experiencia de mi primer libro... y el impulso para que no sea el último.

Pero para que llegue ese mensaje, para realmente poder cumplir mi misión, necesito que el libro se conozca y se lea. Y eso, como comentaré en un siguiente artículo, sí que es difícil, mucho más que escribirlo. Y, sobre todo, algo que, en buena medida, no depende de mi.

Necesito llegar.

Necesito personas inquietas e interesadas.

Necesito lectores.

Te necesito a ti, si aún no lo has leído.

Y si lo lees, y compartes conmigo tu opinión, serás mucho más que un simple lector: pasarás a formar parte de esos momentos especiales que recompensan la escritura y animan a seguir adelante.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Lecturas: "Ni en un millón de años"

'Ni en un millón de años' es un conjunto de dieciséis relatos de ciencia-ficción que se sitúan en un futuro inconcreto pero bastante lejano, como el propio título hace sospechar. Dieciséis relatos en que parcialmente se aprecia que tienen su origen en distintos autores pero que, aún siendo independientes, guardan esporádicos puntos de conexión entre unos y otros que hacen que nos preguntemos hasta dónde las historias se fraguaron por diferentes caminos o qué nivel de coordinación hubo entre los diferentes autores.

Unas historias originales, exploratorias, en general distópicas y con frecuencia buscando la sorpresa.

Nos hallamos ante un desafío, éste de construir un libro de relatos de ciencia-ficción, asumido con alegría y decisión por sus autores, a algunos de los cuales tengo la suerte de conocer personalmente, que es valioso en su propio intento y que, aunque con la lógica irregularidad propia de una obra coral, se disfruta y lee con facilidad.

Reseña editorial:

(Fuente: Descripción de producto en Amazon)

Francisco Jariego
No somos más que una mota minúscula en la inmensidad del universo. Que existamos o no es completamente irrelevante en el gran esquema de las cosas. Pero es nuestra mota y a quién le importa el gran esquema cuando tenemos nuestro pequeño rincón repleto de amor, odio, pasión y venganza.

Isabel Fernández Peñuelas
Acompáñanos en nuestra incursión al futuro de la humanidad. A fin de cuentas, qué no podríamos hacer nosotros, con toda nuestra creatividad e inteligencia disponiendo del tiempo suficiente. Tal vez podamos dejar de ser una mota irrelevante para convertirnos en algo más. O tal vez no.


Ficha:

AUTOR: Francisco Jariego, Juan Antonio Paz Salgado, Alberto de Vega Luna, Miguel Molpeceres, Elisa Rivero, Ignacio Castro Sierra, Isabel Fernández Peñuelas, Izan de Vega López y Oihane Arambarr
EDITORIAL: Indie Research
AÑO PRIMERA PUBLICACIÓN: 2019
ISBN: N/A
PAGINAS: 172

miércoles, 11 de diciembre de 2019

¿Qué es ser persona?


Casi nada, la pregunta...

Pero esa pregunta es la que nos hemos planteado un grupo de personas inquietas que constituimos el grupo que hemos dado en llamar de 'Humanistas DIgitales' y que tenemos en común, por un lado esa inquietud ecléctica tanto por lo tecnológico como por lo humanístico y, por otro, que hemos sido todos alumnos o profesores del Programa Ejecutivo en "Humanismo y Revolución Digital" que tuvo lugar en la Escuela de Organización Industrial en el paso curso académico 2018-2019.

Cuando este post se publique (lo he dejado así programado) estaremos reunidos los miembros de ese grupo debatiendo este tema: "¿Que es ser persona?"

Como ejercicio, nos propusimos, antes de que el ponente, profesor del Programa Ejecutivo, nos hablase de qué dice la filosofía y el humanismo al respecto. intentar proponer una respuesta individual.

Este post, en el fondo, no es más que mi respuesta tentativa.

Antes de exponer esa respuesta, quisiera, por quien pueda leer esto, hacer una especie de pliego de descargo preventivo: no tengo una especial formación filosófica (más allá de la que me proporcionó el bachillerato y alguna lectura esporádica posterior) y tampoco le he dedicado un tiempo extraordinario. Calificar esta propuesta de 'bote pronto' a lo mejor es también exagerar un poco, pero, en cualquier caso, es una respuesta relativamente improvisada, más cercana a ese bote pronto que a una reflexión profunda y documentada.

Hechas esas aclaraciones, vamos a por la propuesta. No puedo, ni quiero, evitar ser ingeniero, así que he estructurado mi visión en la siguiente figura:


He dividido el espacio de análisis en tres dimensiones (que en la figura se muestran en vertical):
  • Dimensión físico-zoológica: donde se recogen elementos de naturaleza claramente física.

  • Dimensión intelectual: donde recojo aspectos mentales racionales.

  • Dimensión espiritual: donde entran los aspectos mentales más elevados y menos racionales.
Debo reconocer que no sé definir de una forma del todo rigurosa dónde está la frontera entre lo intelectual y lo espiritual pero siento que esa diferenciación existe, es relevante y que, además, también será reconocida y entendida por terceros, así que la mantengo

En horizontal distingo unos niveles que, aunque algo borrosos en su definición y fronteras, creo que, de nuevo, orientan y más o menos se entienden con independencia de la dificultad para definirlos nítidamente:
  • Caracterización es lo que, de alguna manera, define a la especie humana como tal desde un punto de vista muy frío y racional

  • Habilidades Son las habilidades o capacidades especiales de la especie humana, fundamentalmente de naturaleza mental.

  • Aspiración quizá el nivel que más me cuesta definir pero que, de alguna forma, recoge todo aquello que impulsa al ser humano a elevarse, a ir más allá de su propia naturaleza.

Las características que definen a la persona humana, las he recuadrado con un rectángulo de bordes redondeados etiquetado con 'Persona'. He querido que aparezcan de forma explícita y fuera de ese rectángulo, algunas características que no considero que definan lo que es ser persona pero que vale la pena mencionar y debatir.

Realizada toda esta introducción, vayamos a la explicación propiamente dicha.

En primer lugar, entiendo que, desde un punto de vista biológico o zoológico, estamos definidos como especie, de la misma forma que se define a cualquier otra especie. En ese sentido aparecen dos elementos: las características zoológicas, que recogerían las características morfológicas, reproductivas etc que nos definen como especie, a un nivel, digamos, macroscópico y, por otro lado, las características genéticas que operan en el mismo sentido pero a nivel de ADN. Es más que probable que si esta propuesta la revisase un biólogo nos hiciese ver que esa diferenciación es irrelevante, que hoy día una especie se caracteriza por ambos elementos (o puede que sólo por el genético). En cualquier caso, prefiero pecar por exceso que por defecto y mantener la separación. Un apunte: entiendo que las especies evolucionan, y también la humana, así que estas características, que podrían parecer completamente definitorias, puede que no lo sean tanto con una visión a siglos vista.

En la dimensión intelectual y en el nivel de caracterización incluyo la conciencia individual, esa característica tan inasible que nos hace ser conscientes de que somos un individuo diferente del resto. Una conciencia individual que entiendo muy ligada a la propia memoria individual. No sabemos cómo funciona esto en los animales, pero creo que, al menos en los animales más complejos (mamíferos, aves,...) existe en alguna medida esta conciencia y esta memoria por lo que, lo que quiero decir no es que los animales (al menos algunos) no posean esta característica sino que nuestra propia individualidad y memoria nos confiere identidad como nosotros mismos y como personas. 

A esto uno, la conciencia de grupo o especie la conciencia de pertenecer a la raza humana que se apoya, también, en una suerte de memoria que en este caso es una memoria de especie y que constituye un legado que nos llega, fundamentalmente, como historia y, sobre todo, como cultura. 

La memoria. la individual y la de especie, juega un papel importante porque muchas características, físicas y mentales del ser humano (como en otras especies) evoluciona con el tiempo. La memoria confiere unidad e identidad al algo que es en realidad dinámico.

En el nivel de habilidades, recojo las que considero más distintivas del ser humano. Es importante destacar aquí que no creo que ninguna de esas características las posea únicamente el ser humano, por lo que estaríamos hablando, en realidad, solo de un grado de presencia, siendo mucho más fuertes en el ser humano que en ningún otras especie, al menos hasta donde podemos juzgar. Ahí identifico el lenguaje, muy especialmente el lenguaje hablado y escrito articulado (ya que lenguajes de signos o sonidos no articulados, están claramente presentes en muchos animales). También las matemáticas y la lógica. Probablemente, podríamos hablar de todo el pensamiento abstracto. 

Aunque con alguna reserva, he incluido también la capacidad de imaginación/proyección, es decir, de idear o prever situaciones futuras que aún no han ocurrido y que puede que, incluso, no hayan ocurrido nunca hasta ese momento.

Sin embargo, y aunque también con bastantes dudas, he dejado fuera de la caracterización del ser humanos a la tecnología (cosa que me duele :) ). La verdad es que, de nuevo, hablamos de grado. Lo cierto es que, en general, la tecnología humana es muy superior a la de cualquier animal. Sin embargo, si contemplamos las obras de hormigas, abejas o castores parece que sí disponen de tecnología de cierto nivel.Tal vez, convenga, eso sí, decir que la tecnología humana avanza y mucho, mientras que la de los animales, avanza muy despacio o no avanza en absoluto. Así que ahí queda la duda de si considerar o no a la tecnología como característica netamente humana. Prefiero considerar que sí...aunque en la figura la haya dejado fuera.

Pasamos, finalmente, a la dimensión espiritual. En esa dimensión hay dos características que he considerado fuera de la definición de persona porque creo que están presentes de forma relevante en los animales superiores. Hablo por una parte del libre albedrío (aunque quizá con un criterio limitado, los animales parecen tan libres como el ser humano de decidir sus acciones) y las emociones porque, aunque en el caso de animales inferiores o plantas puede ser menos claro, animales como los perros nos demuestran claramente el poseer emociones hasta un punto tal que me hace parecer injusto considerarla una característica sólo humana.

Sí pienso que podemos considerar el arte como una manifestación humana aunque, quizá, a niveles bastante primitivos algunos animales exhiban un cierto gusto, por ejemplo, por los colores y por adornar o coleccionar objetos llamativos. 

Incluyo también la ética con el apellido de racional o electiva. Lo que quiero decir es que, la ética entendida como una cierta regulación del comportamiento, parece observarse en animales sociales como abejas u hormigas. Sin embargo, el que esa ética se elija y con criterios racionales me parece exclusivamente humano.  

Finalmente, incluyo como humana la trascendencia, que entiendo en sentido amplio. Incluye, claro, la visión religiosa, la creencia en un más allá y la aspiración a una vida después de esta. Pero también incluyo dentro de trascendencia, la aspiración a 'dejar huella' a hacer algo superior a nosotros mismos, E incluso, podría incluir aquí la propia filosofía o la aspiración al conocimiento como bien en sí mismo. No tenemos forma de saber si los animales experimentan algo en esta línea, pero no parece que sea así, por lo que lo considero una característica humana. Y al hablar de trascendencia conviene aprovechar para aclarar que en este análisis he excluido completamente la fe religiosa. Quiero decir que, por ejemplo, según la fe cristiana somos hijos de Dios, hechos a su imagen y semejanza y eso, por sí mismo, definiría completamente la naturaleza humana. Sin embargo, prefiero dejar mi análisis en un plano digamos filosófico y agnóstico porque si metemos en el análisis aspectos de fe sería imposible el debate con personas que no compartiesen la misma fe.

Tras exponer los diferentes elementos, cabe decir que no identifico, en ninguna de estas características, un valor absoluto. No creo que ninguna de ellas por si sola defina lo que es una persona, por varias situaciones:

  • Porque muchas de las características identificadas son dinámicas, es decir, están en evolución por lo que no parecen definir una visión ontológica estática de lo que es el ser humano

  • Porque muchas de ellas las exhiben otros seres vivos, especialmente los animales superiores, en mayor o menor medida, por lo que, por sí mismas, son insuficientes para definir lo que es ser persona. Es decir, parecen no ser condiciones suficientes.

  • Porque incluso las más elevadas, las que encontramos en el nivel Aspiración de la dimensión espiritual, pueden no encontrarse en algunas personas (por personalidad o por trastornos físicos o psicológicos) y, sin embargo, seguimos considerándoles seres humanos. Es decir, parecen no ser condiciones necesarias.

Así que, parece que lo que es ser persona, no es una cuestión de respuesta clara, sino, más bien, de grado y de confluencia de muchos factores, entre los que también tiene su peso los meramente históricos.

Esta es mi reflexión previa al debate que, cuando ésto se publique, estará teniendo lugar. A ver si ese debate me confirma o hace cambiar esta posición previa o si, mejor aún, la enriquece de alguna forma.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Lecturas: "Nosotros" de Evgueni Ivánovich Zamiátin

'Nosotros' es un libro de ciencia-ficción distópico, que nos presenta una sociedad presuntamente perfecta pero donde las personas apenas tiene libertad ni pensamiento propio, un planteamiento de futuro que hoy día nos resulta, quizá poco original y casi conocido, pero es que 'Nosotros' es una obra escrita en 1924 y es antecedente reconocido de obras posteriores como el '1984' de Orwell o el 'Mundo Féliz' de Houxley. Eso es lo que, quizá, nos convierte en reconocible el universo que dibuja Zamiátin.

Se desarrolla como una suerte de diario escrito por el protagonista para que viaje por el espacio acompañando a la nave 'Integral' que parte en busca de otras civilizaciones y nos descubre la trayectoria interior del protagonista, desde sus inicios completamente fieles al 'Protector' y a las normas que dominan la ciudad, hacia un territorio pleno de dudas y casi rebeldía.

'Nosotros', una crítica en el fondo a los regímenes autoritarios, costó muy caro a su autor pues el régimen comunista ruso no admitió esta crítica.

Hoy en día, aunque resulta admirable el carácter innovador de esta novela, quizá nos deja algo más fríos. 

Reseña editorial:

(Fuente: Solapa del libro en su edición de 2011 en Cátera - Letras populares)

Evgueni Ivánovich Zamiátin
Narrada en forma de diario, «Nosotros» es el recuento de las reflexiones y desventuras de D-503, el Constructor de la nave Integral, vehículo que habrá de imponer el bienhechor yugo de la razón a los ignotos seres de otros planetas. D-503 vive dentro del Muro Verde en el Estado Único gobernado por el Benefac­tor y, bajo un cielo siempre azul, disfruta de su estado de no-libertad, de una felicidad idéntica a la del resto de sus conciudadanos, superado al fin el estado de salvaje libertad de anteriores civilizaciones. Y así transcurren los días para D-503 hasta que una pequeña nube empaña su tranquilidad: una mujer, I-330, le muestra un mundo completamente desconocido para él, un mundo de enfermedad y pasiones, un mundo prohibido y desterrado hace mucho tiempo de la sociedad. ¿Es «Nosotros» una crítica al comunismo, una fábula sobre el cristianismo, sobre el conflicto del consciente y el inconsciente, un alegato contra la alienación del hombre o un sencillo libro de aventuras? La obra maestra de Zamiátin sigue generando nuevas interpretaciones, a veces incluso contra­puestas, pero lo que no admite discusión es que se trata de un libro apasionante, cargado de poesía y de humor, una de las grandes novelas del siglo XX.

Ficha:

TITULO: NOSOTROS
EDITORIAL: Cátedra
AÑO PRIMERA PUBLICACIÓN: 1924
ISBN: 978-8437628936
PAGINAS: 315

domingo, 17 de noviembre de 2019

Lecturas: "Sus mejores poesías" de José Ángel Buesa

'Sus mejores poesías' es una antología poética del poeta cubano José Ángel Buesa, con cien poemas seleccionados por Carlos Manuel Taracido.

Asistimos a una poesía bella, sencilla , directa, fácil de entender, con formas rítmicas en general bastante clásicas donde predomina la rima consonante.

El tema omnipresente, casi único, es el amor, un amor muy romántico, muy entregado, y con cierta frecuencia contemplado ya desde la madurez, desde lo que pudo ser y no fue.

Quizá esa unidad temática afecta algo negativamente al conjunto porque al final, los contenidos y la expresión de los poemas se vuelven un poco repetitivos, casi monótonos.

Sin embargo, la poesía de Buesa es sencilla, hermosa, fácil de disfrutar y muy fácil quedarse con ella, sin demasiadas complicaciones ni preguntas profundas.

Reseña editorial:

(Fuente: Fragmento de la introducción por Carlos María Taracido en la edición de 2017 en Betania)

José Ángel Buesa
Fue versificador de tono menor, sentimentalmente excesivo, domador de la rima y su música, Buesa fue un cantor que logró ensartar vocablos con diafanidad y sutileza casi mágicas.

Buesa escribe una poesía de la emoción inmediata. Su lenguaje, sin perder la elegancia, está al alcance de lectores de mediana cultura. Muchos poemas suyos emitidos en la Radio de La Habana antes de la revolución castrista, llegaban al corazón de todos los que se aprestaban para escucharlo en sus programas radiofónicos. Su tema es el amor, el olvido, el recuerdo, la muerte y el para qué de la vida, pero sin estridencia ni aguafuertes sentenciosos. Fineza en el estilo con un dominio sorprendente de la palabra

Ficha:

EDITORIAL: Betania
AÑO PRIMERA PUBLICACIÓN: 2017
ISBN: 978-8480173964
PAGINAS: 91

domingo, 3 de noviembre de 2019

Lecturas: "La playa" de Cesare Pavese

'La playa' es una novela corta en que Pavese parece explorar con aparente superficialidad, sin detenerse mucho en ningún aspecto concreto, los sentimientos y relaciones humanas.

El narrador se reecuentra con su amigo de la infancia, Doro, y a propuesta de éste, primero hacen un pequeño viaje por los escenarios de su primera amistad y luego pasan unos días en su casa de la playa. Con esa excusa asistimos a la aparición de diversos personajes, en su mayoría amigos de Doro, y donde cobra especial relevancia su mujer, Clelia. Contemplamos diversas interacciones y conversaciones entre esos personajes, que no parecen perseguir ningún fin específico, sólo describir hasta cierto punto personalidades y pequeños conflictos, todo ello enmarcado en el devenir laxo y aparentemente despreocupado de unas vacaciones estivales.

Una novela que no fascina pero en la que podemos disfrutar de la literatura per se, e intentar imaginar cómo son las vidas reales y las personalidades de esos personajes apenas insinuados.

Reseña editorial:

(Fuente: contraportada del libro en su edición de 2018 en Altamarea)

Cesare Pavese
Entre las rústicas y familiares colinas del Piamonte y las ociosas playas de Liguria toman cuerpo en esta novela los temas más característicos de la narrativa de Pavese: la amistad, el apego a la tierra y el imperceptible pero aplastante peso de la existencia. Doro se ha casado con Clelia, una mujer voluble y fascinante, quizá demasiado para que su matrimonio pueda funcionar. Ha dejado Turín por Génova y lleva demasiado tiempo sin ver a su amigo, un introvertido profesor. Un día de verano se decide por fin a visitarlo. Juntos recorren los lugares de su juventud y se desplazan después a la casa de la playa de Doro, donde la aparente despreocupación de los días veraniegos contrasta con el plúmbeo tedio existencial que envuelve a los protagonistas de esta historia.

Ficha:

TITULO: LA PLAYA
EDITORIAL: Altamarea
AÑO PRIMERA PUBLICACIÓN: 1956
ISBN: 978-8494833526
PAGINAS: 106

domingo, 27 de octubre de 2019

Lecturas: 'Golpéate el corazón' de Amélie Nothomb

'Golpéate el corazón' plantea, al original modo de Amélie Nothomb, las relaciones entre madres e hijas, y cómo influyen en éstas situaciones en que la madre es egocéntrica, centrada ya sea en una deriva narcisista de admiración de la propia belleza, ya sea dominada por la ambición y por el crecimiento profesional.

En este círculo se mueve Diane, una chica marcada por un lado por una madre, Marie, acostumbrada a ser centro de admiración por su belleza y que nunca le ha demostrado el más mínimo amo. Y, por otro, por Olivia, su directora de tesis, una mujer seca, centrada en su actividad profesional e investigadora. En medio, Diane se convierte en una mujer fuerte pero que siempre parece echar de menos el calor de una auténtica figura materna.

Una novela que, como es habitual en Amélie Nothomb, es de corta extensión y que es original y chispeante. Una novela que me gustó mucho en sus dos primeros tercios, aunque al final me pareció que perdía algo de fuelle, que quizá se merecía un final más espectacular. De todas formas, una novela entretenida, interesante, que vale la pena leer.

Reseña editorial:

(Fuente: contraportada del libro en su edición de 2019 en Anagrama - Panorámica de Narrativas)

Amélie Nothomb
Marie, joven belleza de provincias, despierta admiración, se sabe deseada, disfruta siendo el centro de atención y se deja cortejar por el galán más guapo de su entorno. Pero un embarazo imprevisto y una boda precipitada cortan en seco sus devaneos juveniles, y cuando nace su hija Diane vierte sobre ella toda su frialdad, envidia y celos.

Diane crecerá marcada por la carencia de afecto maternal e intentando comprender los motivos de la cruel actitud de su madre hacia ella. Años después, la fascinación por el verso de Alfred de Musset que da origen al título del libro la impulsará a estudiar cardiología en la universidad, donde se topará con una profesora llamada Olivia. Con ella, en la que creerá encontrar la anhelada figura materna, establecerá una ambigua y compleja relación, pero Olivia tiene a su vez una hija, y la historia dará un vuelco inesperado?

Esta es una novela de mujeres. Una narración sobre madres e hijas. Una fábula contemporánea deliciosamente ácida y malévola sobre los celos y la envidia, en la que también asoman otras complejidades de las relaciones humanas: las rivalidades, las manipulaciones, el poder que ejercemos sobre el otro, la necesidad que sentimos de ser amados?

Esta novela, la número veinticinco de Amélie Nothomb, es una muestra pluscuamperfecta de su endiablada inteligencia como narradora, de la perspicacia de su mirada y de la placentera liviandad repleta de secretas cargas de profundidad de su literatura.

Ficha:

EDITORIAL: Anagrama
AÑO PRIMERA PUBLICACIÓN: 2018
ISBN: 978-8433980298
PAGINAS: 152

domingo, 13 de octubre de 2019

Lecturas: "Kentukis" de Samanta Schewblin

'Kentukis' es una novela que plantea las relaciones de los seres humanos con la tecnología y también cómo ésta puede alterar las relaciones de los seres humanos entre si.

Los kentukis son algo así como un cruce entre un peluche y un pequeño robot y actuan a modo de mascotas. Pero lo diferencial es que los kentukis no son máquinas autónomas sino que, detrás de cada kentuki, aparte del dueño, está otra persona que es quien realmente maneja el kentuki. Otra persona que, 'a modo de voyeur' puede, mediante la cámara de que dispone el kentuki, observar todo lo que hace el dueño de esta particular mascota. Ese humano en la sombra es quien dirige los movimientos y acciones del kentuki.

Con este original planteamiento desarrolla Samantha Schweblin una serie de historias que ocurren en paralelo y en que asistimos a diversas formas de comportamiento, de uso del kentuki y de relacionarse las personas en el triángulo formado por kentuki, dueño y conductor de la mascota. Historias originales y chocantes que desvelan comportamientos a veces generosos, a veces oscuros.

Una novela, en fin, sorprendente, que invita al cuestionamiento, que nos hace pensar en lo que significa o pueden significar en nuestras vidas y nuestras relaciones, Internet, los medios sociales y otras formas de tecnología que influyen en la forma en que los humanos nos relacionamos.

Reseña editorial:

(Fuente: contraportada del libro en su edición de 2018 en Literatura Ramdom House)

Samanta Schewblin
Casi siempre comienza en los hogares. Ya se registran miles de casos en Vancouver, Hong Kong, Tel Aviv, Barcelona, Oaxaca... y se está propagando rápidamente a todos los rincones del mundo. No son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son ciudadanos reales, y el problema -se dice en las noticias y se comparte en las redes- es que una persona que vive en Berlín no debería poder pasearse libremente por el living de alguien que vive en Sídney, ni una persona que vive en Bangkok desayunar junto a tus hijos en tu departamento de Buenos Aires. En especial cuando esas personas que dejamos entrar a casa son completamente anónimas.

Los personajes de esta novela encarnan el costado más real -y a la vez imprevisible- de la compleja relación que tenemos con la tecnología, renovando la noción del vouyerismo y exponiendo al lector a los límites del prejuicio, el cuidado de los otros, la intimidad, el deseo y las buenas intenciones. Kentukis es una novela deslumbrante que potencia su sentido mucho más allá de la atracción que genera desde sus páginas. Una idea insólita y oscura, tan sensata en sus reflejos que, una vez que se entra en ella, ya no se puede salir.

Ficha:

TITULO: KENTUKIS
AÑO PRIMERA PUBLICACIÓN: 2018
ISBN: 978-8439734895
PAGINAS: 221

domingo, 15 de septiembre de 2019

Lecturas: "Intento de escapada" de Miguel Ángel Hernández

'Intento de escapada' es una novela que se pregunta, de alguna forma, cuál es la naturaleza del arte y cuáles son sus límites además de, de manera un poco indirecta, explorar las problemáticas ligadas a la inmigración.

Para ello, se nos propone a un estudiante de Bellas Artes, Marcos, que tiene la oportunidad, una oportunidad en cierto modo envenenada, de acompañar a Jacobo Montes un artista famoso y transgresor, que roza la brutalidad y que se propone abordar, en su siguiente trabajo, la temática de la inmigración. Marcos descubrirá un mundo donde abunda, precisamente, esa brutalidad, donde todo parece ser válido para alcanzar un objetivo artístico, o supuestamente artístico.

Una novela sorprendente en su temática, que para mi gusto se recrea en exceso en la brutalidad y en la sexualidad. Una novela de la que quizá esperaba más pero que no cabe duda de que es original y de que, sobre todo en su segunda mitad, mantiene la tensión del lector.

Una novela, en fin, bastante extraña.

Reseña editorial:

(Fuente: Contraportada del libro en su edición de Enero de 2013 en Anagrama - Narrativas Hispánicas)

Miguel Ángel Hernández
La rutina de Marcos, aplicado estudiante de Bellas Artes, asocial, retraído y «enfermo de teoría», se ve interrumpida por la llegada a su pequeña ciudad de provincias del célebre Jacobo Montes, el gran artista social del presente, cuya controvertida y transgresora obra pretende denunciar los lugares oscuros del capitalismo contemporáneo. Gracias a las clases de Helena, profesora de Historia del Arte y directora de la sala con la que el artista va a colaborar, el joven Marcos queda fascinado enseguida por la figura de Montes y, casi por azar, acaba convertido en su asistente durante el periodo de preparación de la exposición. Unos meses en los que Marcos, aparte de comprender los mecanismos internos del mundo del arte, aprenderá a mirar con nuevos ojos toda una serie de realidades que había dejado pasar de largo, en especial la del universo complejo y marginal de la inmigración, problema central sobre el que Montes pretende trabajar en la ciudad. Toda una experiencia de iniciación en el arte y en la vida que, sin embargo, no acabará como Marcos había imaginado. Los métodos de Montes no son demasiado ortodoxos. Su «sociologismo visceral» está en el límite de lo admisible. Y cuando la teoría se lleva a la práctica, las cosas corren el riesgo de irse de las manos. En ese momento, el arte se transforma en un juego grotesco y peligroso.

A través de una escritura inteligente en la que se pueden encontrar ecos de autores como Philip Roth o Don DeLillo, pero que también sorprende con un giro metaliterario cercano a Auster o Vila-Matas, esta primera novela de Miguel Ángel Hernández presenta una crítica profunda y envenenada del arte contemporáneo más radical y, especialmente, de la actitud cínica que se oculta detrás de ciertas prácticas artísticas «comprometidas».

Una visión del arte actual, una meditación sobre las migraciones contemporáneas y las consecuencias del mundo global, pero también –y no en menor medida– un relato de aprendizaje adolescente, el de Marcos, sus miedos, sus complejos, sus frustraciones…, su intento de escapada. Y, por supuesto, sus preguntas constantes, las mismas que, desde el primer momento, no cesará de formularse el lector: ¿cuál es la línea que separa el arte y la vida? ¿Está legitimado el artista para ir más allá de la ética? ¿Cómo debemos posicionarnos ante la injusticia? Y, sobre todo, ¿cómo escapar de un sistema injusto cuando todo escape está prefijado en la lógica del propio sistema?

Ficha:

EDITORIAL: Anagrama
AÑO PRIMERA PUBLICACIÓN: 2013
ISBN: 978-8433997609
PAGINAS: 237