Pero esa pregunta es la que nos hemos planteado un grupo de personas inquietas que constituimos el grupo que hemos dado en llamar de 'Humanistas DIgitales' y que tenemos en común, por un lado esa inquietud ecléctica tanto por lo tecnológico como por lo humanístico y, por otro, que hemos sido todos alumnos o profesores del Programa Ejecutivo en "Humanismo y Revolución Digital" que tuvo lugar en la Escuela de Organización Industrial en el paso curso académico 2018-2019.
Cuando este post se publique (lo he dejado así programado) estaremos reunidos los miembros de ese grupo debatiendo este tema: "¿Que es ser persona?"
Como ejercicio, nos propusimos, antes de que el ponente, profesor del Programa Ejecutivo, nos hablase de qué dice la filosofía y el humanismo al respecto. intentar proponer una respuesta individual.
Este post, en el fondo, no es más que mi respuesta tentativa.
Antes de exponer esa respuesta, quisiera, por quien pueda leer esto, hacer una especie de pliego de descargo preventivo: no tengo una especial formación filosófica (más allá de la que me proporcionó el bachillerato y alguna lectura esporádica posterior) y tampoco le he dedicado un tiempo extraordinario. Calificar esta propuesta de 'bote pronto' a lo mejor es también exagerar un poco, pero, en cualquier caso, es una respuesta relativamente improvisada, más cercana a ese bote pronto que a una reflexión profunda y documentada.
Hechas esas aclaraciones, vamos a por la propuesta. No puedo, ni quiero, evitar ser ingeniero, así que he estructurado mi visión en la siguiente figura:
He dividido el espacio de análisis en tres dimensiones (que en la figura se muestran en vertical):
- Dimensión físico-zoológica: donde se recogen elementos de naturaleza claramente física.
- Dimensión intelectual: donde recojo aspectos mentales racionales.
- Dimensión espiritual: donde entran los aspectos mentales más elevados y menos racionales.
Debo reconocer que no sé definir de una forma del todo rigurosa dónde está la frontera entre lo intelectual y lo espiritual pero siento que esa diferenciación existe, es relevante y que, además, también será reconocida y entendida por terceros, así que la mantengo
En horizontal distingo unos niveles que, aunque algo borrosos en su definición y fronteras, creo que, de nuevo, orientan y más o menos se entienden con independencia de la dificultad para definirlos nítidamente:
- Caracterización es lo que, de alguna manera, define a la especie humana como tal desde un punto de vista muy frío y racional
- Habilidades Son las habilidades o capacidades especiales de la especie humana, fundamentalmente de naturaleza mental.
- Aspiración quizá el nivel que más me cuesta definir pero que, de alguna forma, recoge todo aquello que impulsa al ser humano a elevarse, a ir más allá de su propia naturaleza.
Las características que definen a la persona humana, las he recuadrado con un rectángulo de bordes redondeados etiquetado con 'Persona'. He querido que aparezcan de forma explícita y fuera de ese rectángulo, algunas características que no considero que definan lo que es ser persona pero que vale la pena mencionar y debatir.
Realizada toda esta introducción, vayamos a la explicación propiamente dicha.
En primer lugar, entiendo que, desde un punto de vista biológico o zoológico, estamos definidos como especie, de la misma forma que se define a cualquier otra especie. En ese sentido aparecen dos elementos: las características zoológicas, que recogerían las características morfológicas, reproductivas etc que nos definen como especie, a un nivel, digamos, macroscópico y, por otro lado, las características genéticas que operan en el mismo sentido pero a nivel de ADN. Es más que probable que si esta propuesta la revisase un biólogo nos hiciese ver que esa diferenciación es irrelevante, que hoy día una especie se caracteriza por ambos elementos (o puede que sólo por el genético). En cualquier caso, prefiero pecar por exceso que por defecto y mantener la separación. Un apunte: entiendo que las especies evolucionan, y también la humana, así que estas características, que podrían parecer completamente definitorias, puede que no lo sean tanto con una visión a siglos vista.
En la dimensión intelectual y en el nivel de caracterización incluyo la conciencia individual, esa característica tan inasible que nos hace ser conscientes de que somos un individuo diferente del resto. Una conciencia individual que entiendo muy ligada a la propia memoria individual. No sabemos cómo funciona esto en los animales, pero creo que, al menos en los animales más complejos (mamíferos, aves,...) existe en alguna medida esta conciencia y esta memoria por lo que, lo que quiero decir no es que los animales (al menos algunos) no posean esta característica sino que nuestra propia individualidad y memoria nos confiere identidad como nosotros mismos y como personas.
A esto uno, la conciencia de grupo o especie la conciencia de pertenecer a la raza humana que se apoya, también, en una suerte de memoria que en este caso es una memoria de especie y que constituye un legado que nos llega, fundamentalmente, como historia y, sobre todo, como cultura.
La memoria. la individual y la de especie, juega un papel importante porque muchas características, físicas y mentales del ser humano (como en otras especies) evoluciona con el tiempo. La memoria confiere unidad e identidad al algo que es en realidad dinámico.
En el nivel de habilidades, recojo las que considero más distintivas del ser humano. Es importante destacar aquí que no creo que ninguna de esas características las posea únicamente el ser humano, por lo que estaríamos hablando, en realidad, solo de un grado de presencia, siendo mucho más fuertes en el ser humano que en ningún otras especie, al menos hasta donde podemos juzgar. Ahí identifico el lenguaje, muy especialmente el lenguaje hablado y escrito articulado (ya que lenguajes de signos o sonidos no articulados, están claramente presentes en muchos animales). También las matemáticas y la lógica. Probablemente, podríamos hablar de todo el pensamiento abstracto.
Aunque con alguna reserva, he incluido también la capacidad de imaginación/proyección, es decir, de idear o prever situaciones futuras que aún no han ocurrido y que puede que, incluso, no hayan ocurrido nunca hasta ese momento.
Sin embargo, y aunque también con bastantes dudas, he dejado fuera de la caracterización del ser humanos a la tecnología (cosa que me duele :) ). La verdad es que, de nuevo, hablamos de grado. Lo cierto es que, en general, la tecnología humana es muy superior a la de cualquier animal. Sin embargo, si contemplamos las obras de hormigas, abejas o castores parece que sí disponen de tecnología de cierto nivel.Tal vez, convenga, eso sí, decir que la tecnología humana avanza y mucho, mientras que la de los animales, avanza muy despacio o no avanza en absoluto. Así que ahí queda la duda de si considerar o no a la tecnología como característica netamente humana. Prefiero considerar que sí...aunque en la figura la haya dejado fuera.
Pasamos, finalmente, a la dimensión espiritual. En esa dimensión hay dos características que he considerado fuera de la definición de persona porque creo que están presentes de forma relevante en los animales superiores. Hablo por una parte del libre albedrío (aunque quizá con un criterio limitado, los animales parecen tan libres como el ser humano de decidir sus acciones) y las emociones porque, aunque en el caso de animales inferiores o plantas puede ser menos claro, animales como los perros nos demuestran claramente el poseer emociones hasta un punto tal que me hace parecer injusto considerarla una característica sólo humana.
Sí pienso que podemos considerar el arte como una manifestación humana aunque, quizá, a niveles bastante primitivos algunos animales exhiban un cierto gusto, por ejemplo, por los colores y por adornar o coleccionar objetos llamativos.
Incluyo también la ética con el apellido de racional o electiva. Lo que quiero decir es que, la ética entendida como una cierta regulación del comportamiento, parece observarse en animales sociales como abejas u hormigas. Sin embargo, el que esa ética se elija y con criterios racionales me parece exclusivamente humano.
Finalmente, incluyo como humana la trascendencia, que entiendo en sentido amplio. Incluye, claro, la visión religiosa, la creencia en un más allá y la aspiración a una vida después de esta. Pero también incluyo dentro de trascendencia, la aspiración a 'dejar huella' a hacer algo superior a nosotros mismos, E incluso, podría incluir aquí la propia filosofía o la aspiración al conocimiento como bien en sí mismo. No tenemos forma de saber si los animales experimentan algo en esta línea, pero no parece que sea así, por lo que lo considero una característica humana. Y al hablar de trascendencia conviene aprovechar para aclarar que en este análisis he excluido completamente la fe religiosa. Quiero decir que, por ejemplo, según la fe cristiana somos hijos de Dios, hechos a su imagen y semejanza y eso, por sí mismo, definiría completamente la naturaleza humana. Sin embargo, prefiero dejar mi análisis en un plano digamos filosófico y agnóstico porque si metemos en el análisis aspectos de fe sería imposible el debate con personas que no compartiesen la misma fe.
Tras exponer los diferentes elementos, cabe decir que no identifico, en ninguna de estas características, un valor absoluto. No creo que ninguna de ellas por si sola defina lo que es una persona, por varias situaciones:
- Porque muchas de las características identificadas son dinámicas, es decir, están en evolución por lo que no parecen definir una visión ontológica estática de lo que es el ser humano
- Porque muchas de ellas las exhiben otros seres vivos, especialmente los animales superiores, en mayor o menor medida, por lo que, por sí mismas, son insuficientes para definir lo que es ser persona. Es decir, parecen no ser condiciones suficientes.
- Porque incluso las más elevadas, las que encontramos en el nivel Aspiración de la dimensión espiritual, pueden no encontrarse en algunas personas (por personalidad o por trastornos físicos o psicológicos) y, sin embargo, seguimos considerándoles seres humanos. Es decir, parecen no ser condiciones necesarias.
Así que, parece que lo que es ser persona, no es una cuestión de respuesta clara, sino, más bien, de grado y de confluencia de muchos factores, entre los que también tiene su peso los meramente históricos.
Esta es mi reflexión previa al debate que, cuando ésto se publique, estará teniendo lugar. A ver si ese debate me confirma o hace cambiar esta posición previa o si, mejor aún, la enriquece de alguna forma.
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