Este fin de semana he visto, no sin cierto esperanzado asombro, cómo mi hija dejaba de lado otras diversones como la televisión o la consola, para enfrascarse en la lectura de 'Crepúsculo', la primera entrega de la saga de moda entre adolescentes y preadolescentes. Me cuenta que algunas compañeras de clase, en el recreo, en lugar de jugar o charlar, se dedican a leer los libros de esta colección.
Y pienso en lo bueno que es esto, que existan esos libros que enciendan la chispa, que animen a los jóvenes a una actividad, la lectura, que seguramente hasta entonces, hasta el descubrimiento de estos libros iniciáticos, les parecía una actividad aburrida o, incluso, intimidatoria.
No creo que a estas alturas importe demasiado si estos libros ofrecen buena o no tan buena literatura. Lo importante, me parece, es esa primera chispa, ese descubrimiento, el entender la riqueza de eso que los especialistas han dado en llamar los mundos posibles que se esconden tras las páginas de los libros.
Casi todas las generaciones han disfrutado de sus 'libros chispa'. Todavía no se han apagado los ecos de la reciente saga de Harry Potter que ha impulsado a tantos niños y jóvenes de todo el mundo a la lectura. En mi generación, a muchos la chispa nos la encendieron los libros de la inolvidable Enid Blyton.
No importa mucho cuáles sean. Lo importante es que existan, que enciendan la chispa. Luego veremos cómo alimentar el fuego...
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3 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo contigo. A veces lo más importante es la motivación. Cuando veo a mi hija leyendo de mala gana los libros que la obligan a leer en el instituto, que serán muy buenos, no lo niego, pienso que lo único que consiguen es que terminen odiando la lectura. Hay que empezar por los tebeos y finalizar con el Quijote, y no al revés.
Enhorabuena por tu blog.
Es verdad que Enid Blyton fue una de las lecturas que devoraba de niño. Como flipaba con las aventuras de Los cinco y de Los siete secretos. También con las novelas del oeste de Zane Grey, de El Coyote... Ains, que tiempos aquellos.
Gracias Jesús.
La verdad que no es fácil motivar a la lectura pero, en efecto, lo primero que tiene que sentir un niño, creo, es que se divierte leyendo. Si no, está todo perdido...
Gracias también a ti, César. Yo, de Enid Blyton me leí 'casi todo' (bueno, mucho, que todo era casi inabarcable). Tengo como 'trauma infantil' no haber completado la colección de los cinco (creo que me faltaron uno o dos). Eso sí, cada uno lo leí no sé cuántas veces...Lo que más me gustó de Enid Blyton fue un libro poco conocido 'Seis chicos malos', probablemente, el libro más maduro, dentro de lo que cabe, de esta escritora.
Lo que leí poco fue literatura de aventuras como las que citas...
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