domingo, 26 de octubre de 2008

Microrrelatos e Internet: haciendo de la necesidad virtud

Es el microrrelato, al parecer, un género que tiene tintes de modernidad aunque siempre, como a cualquier disciplina, se le busquen raíces antiguas. Con independencia de a dónde nos lleve la búsqueda de sus antecedentes, sí parece ser cierto que su auge es reciente.

Cuando uno lee estudios sobre microrrelatos, los eruditos nos hablan de cosas como una estética de lo breve, como una cierta pureza y precisión del lenguaje, o como el gusto del hombre moderno por lo inmediato. Seguro que tienen razón. Sin embargo, se me ocurre que aparte de los grandes motivos, existe uno mucho más cotidiano y de andar por casa que puede coadyuvar. Y ese motivo no es otro que la existencia y difusión de Internet.

Por Internet pululan todo tipo de informaciones y opiniones, todo tipo de sitios y páginas, casi cualquier cosa que uno pueda imaginar. Pero entre todas las posibilidades, una muy común es el uso de Internet con fines literarios. Ante la dificultad para publicar en el medio de papel tradicional, muchos escritores frustrados, aspirantes a escritores, o, simplemente, lectores con alguna inquietud creativa, utilizan Internet como medio de que sus obras vean la luz.

El medio es perfecto para ello: gratuito, inmediato, y con un alcance mundial. ¿ Qué más se puede pedir ?

Sin embargo, este medio tiene también sus leyes o, al menos, sus usos y costumbres. Y una de ellas es la brevedad. Es sabido que las pantallas de ordenadores no son el medio más cómodo para leer, que cansan la vista y que Internet promueve el salto rápido entre artículos o páginas sin fijar excesivamente la atención. Parece por tanto que la literatura que mejor se presta a la publicación en Internet es la literatura breve. Y en ese sentido abundan, en efecto, los poemas y los microrrelatos, géneros caracterizados por su brevedad. Internet es también un medio muy adecuado para servir de soporte a la logística asociada a concursos literarios, especialmente concursos modestos en que el texto a presentar se envía fácilmente por correo electrónico. Parece existir, por tanto, una simbiosis natural entre la literatura breve e Internet.

Seguro que hay otros muchos motivos y mucho más profundos para el gusto actual por el microrrelato y su cada vez mayor aceptación y difusión. Pero se me ocurre que Internet es un factor que ayuda y que, en la red, hacer literatura breve, hacer microrrelatos, es casi una necesidad. Así que la creciente presencia de microrrelatos en Internet bien podría ser, simplemente, una forma de hacer de la necesidad virtud.

(publicado en blog.com.es el 25-Mayo-2008)

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