Hace unas semanas, mientras leía la novela Anna Karenina, me dió por fijarme en un aspecto muy concreto, en un detalle ¿ sin importancia ? de la misma: perdida entre las tantas y tantas peripecias y acciones como aparecen en la novela, se nos habla de una partida de caza. Y en esa partida de caza, a uno de los asistentes se le dispara accidentalmente el arma... afortunadamente sin consecuecias. Tolstoi dedica al incidente del arma un párrafo, digamos que unas cinco o seis líneas.
Ayer mismo, mientras leía 'En el café de la juventud perdida' de Patrick Modiano, me fije en un momento en que dos de los dos protagonistas, Louki y Roland, están paseando y no recuerdo muy bien de qué forma, pero aparece un perro en escena. Sólo se dedica a la mención del perro una línea o dos y no tiene ninguna influencia (creo) en la historia.
Y se me ocurre preguntarme qué sentido tienen esos detalles. ¿ Por qué el escritor nos menciona aspectos aparentemente sin importancia ? ¿ Es un recurso para recrear un ambiente ? ¿ Es una forma de hacer creíbles las historias, de darles un tono realista ? ¿ Son experiencias del propio autor que, por el motivo que sea, desea plasmar en el papel ? ¿ Es simplemente que el narrador se deja llevar y escribe lo que se le ocurre ? ¿ O es que hay significados ocultos y esos detalles, en apariencia triviales, no lo son tanto ?
La verdad es que no lo sé pero creo que posiblemente haya explicaciones diversas para detalles diversos, detalles intencionados y no intencionados, detalles relevantes e irrelevantes, con función y sin función en la historia.
Es difícil saberlo sin entrar en detalles...
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Hace 14 horas
6 comentarios:
Yo tuve un profesor en el curso de novela negra que nos decía que si en un relato aparece un clavo en la pared, es porque ese clavo es necesario para algo en el desarrollo del relato, aunque sea para colgar un cuadro o una gabardina. No estoy del todo de acuerdo. Prácticamente en todas las novelas hay mucha literatura de relleno, es imposible mantener la tensión narrativa a lo largo de toda la obra y la verdadera trama se tiene que apoyar en anécdotas, curiosidades, vivencias o enseñanzas (a algunos autores les gusta mucho aleccionar, me viene a la cabeza por ejemplo Paulo Coelho), lo que ocurre es que si ese relleno está bien narrado será un disfrute leerlo, cuando se nota que es un pegado (y a veces se nota) desmerece el conjunto de la obra.
Me gusta tu blog. Saludos.
Probablemente haya de las dos cosas: los detalles que aunque puedan parecer secundarios, no lo son (y supongo que en novela negra, además, se juega mucho con eso: con que cosas aparentemente triviales acaben por no serlo) y esas curiosidades que simplemente adornan el relato.
...y me alegro de que te guste este blog :-) y que te hayas animado a dejar un comentario. Gracias.
Estoy de acuerdo con Maribel en que el relleno, bien narrado, es un punto importante de la historia, aunque yo no lo calificaría de relleno como tal. Creo que es necesario adornar la historia de la misma manera que adornas un espacio para que esté más bonito o más cómodo. No siempre tienen que tener una relación directa con el hilo principal de la historia.
Si no fuera por estos detalles que complementan la narración principal la historia sería demasiado directa y quedaría algo coja.
Quizá. O puede que no, cada libro, cada novela, cada historia es diferente y por supuesto cada escritor con su propio estilo.
Saludos.
Ya que lo mencionas @scen, ¿ Puede, en efecto, tener algo que ver con estilos ? ¿ Puede que, por ejemplo, en la novela realista aparezcan con más frecuencia esos detalles precisamente para dar esa sensación de realismo ?
A lo mejor también tiene que ver con la importancia relativa que se da al mensaje y a la forma. Una novela centrada en el mensaje a lo mejor elude más los detalles accesorios. Una más centrada en lo formal, a lo mejor se recrea más en elementos secundarios...siempre que el uso de las palabras para describirlos sea bello o interesante de algún modo.
Algien (no recuerdo quién) definió la novela como "un espejo que va por un camino". Si el autor habla de un perro o de un cazador, es que el perro o el cazador pasaban por allí.
Un abrazo.
Desde luego, una definicion ingeniosa... :-)
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