sábado, 22 de agosto de 2009

Los límites de la interpretación y la exégesis

Hace ya bastantes años, leí una viñeta cómica en que un pintor modernillo le decía a un amigo una frase algo así como: "tengo ganas de que salgan las críticas de mis cuadros para saber qué es lo que significan".

Ayer leía en la inmortal obra "Anna Karenina" el pensamiento que Tolstoi pone en la cabeza del pintor Mijaílov, uno de los personajes:

"A sus críticos les reconocía una profundidad de análisis de la que él mismo carecía, y esperaba con ansiedad que descubriesen en su cuadro aspectos que él todavía no había vislumbrado. Y frecuentemente ocurría así"

...que viene a ser una expresión anterior, más literaria y menos irónica que la de la viñeta cómica.

Hace unas semanas, y en un ámbito completamente ajeno al literario, durante una explicación de la técnica de desarrollo profesional denominada evaluación 360 grados, un ponente nos decía que los demás pueden descubrir en nosotros comportamientos, positivos y negativos, de lo que nosotros mismos no somos conscientes.

Y uniendo todas esas impresiones dispersas, y trasladándolas al ámbito literario, se me ocurre preguntarme hasta dónde puede llegar el papel analítico y revelador de la crítica artística y, específicamente, literaria. ¿ Es cierto que un crítico puede descubrir aspectos interesantes o valiosos de una obra, aspectos de los que ni el propio autor es consciente ? ¿ O son las críticas alambicadas poco más que un ejercicio vacío de erudición y palabrería ? ¿ Pueden actuar las obras literarias a modo de ojo de cerradura por el que el crítico sagaz puede espíar y descubrir nuevos secretos, nuevas luces, quizá ocultas en el alma y la intención del artista ?

Probablemente, y como suele suceder, haya un poco de todo: mucha crítica vacía, muchas interpretaciones arriesgadas o sin sentido, mucha palabrería huera, pero tambien es posible que, como en esas evaluaciones 360 grados, los críticos y los lectores lectores puedan descubrir en una obra aspectos o interpretaciones de los que ni el propio escritor era plenamente consciente ... y eso resulte muy enriquecedor.

2 comentarios:

@scen dijo...

Interesante post. Me ha parecido muy sugerente la idea de que los demás pueden ver en nosotros, nuestro y nuestro comportamiento cosas que nosotros mismos desconocemos.

Ignacio G.R: Gavilán dijo...

Gracias, @scen.

Como puedes ver por el post, esa idea no es original mía, ni tampoco exclusiva del campo de la literatura o el arte.

Es sugerente pero creo que, también, de alguna forma es retadora.