Aunque de una forma estirada y quizá artificiosa en sus formas, entre los dos se va estableciendo una extraña relación, al tiempo que también vamos conociendo a los más extraños aún padres de Pie, a los cuales éste desprecia, especialmente a su padre.
Durante la mayor parte del libro la historia avanza, con novedades pero a ritmo relativamente lento, para luego precipitarse, y creo que en cierto sentido la palabra precipitarse es la adecuada, hacia un espectacular final.
La novela es muy de Nothomb, aunque creo que no la mejor, y en ella me ha sorprendido, no del todo agradablemente dos aspectos.
Por una parte lo formal de las relaciones entre los personajes. En concreto, no sé cómo será en el texto original, pero en el traducido los personajes se hablan siempre de usted, lo cual es especialmente extraño cuando eso sucede entre Ange y Pie en el fondo aún adolescentes.
También, y por eso utilizaba la palabra 'precipitar', el final llega de una forma, a mi parece, muy brusca, no sé si porque la autora buscaba una mayor sorpresa o porque pensó que la historia ya no podía progresar más y tenía que finalizarla. O puede que, simplemente, no quería hacer una novela más larga. Sea como fuere, como digo, me pareció una forma bastante precipitada de finalización.
Por lo demás, un libro original, fácil de leer y entretenido.
Reseña editorial:
(Fuente: Contraportada del libro en su edición de 2024 en Anagrama - Panorama de narrativas)
Amélie Nothomb |
Ange le va proporcionando lecturas a su alumno, mientras el padre espía clandestinamente las sesiones. De entrada, los libros propuestos no generan más que rechazo en Pie. Pero poco a poco Rojo y negro, La Ilíada, La Odisea, La Princesa de Clèves, El diablo en el cuerpo, La metamorfosis, El idiota… empiezan a surtir efecto y despiertan preguntas e inquietudes.
Y poco a poco, la relación entre la joven maestra y su más joven discípulo se estrecha hasta que el vínculo entre ambos se transforma.
La literatura ejerce una fuerza, como el gas que permite que los pesados zepelines se eleven y floten livianos en el cielo. Aunque la misma energía que posibilita esta elevación resulta ser altamente explosiva y peligrosa...
La novela número veintinueve de Amélie Nothomb es una suerte de elogio a la lectura, pero nada trivial, nada previsible y sobre todo nada inocente.