lunes, 31 de mayo de 2010

Un poema... porque sí.

Traigo hoy a este blog un poema de Miguel Hernández, un poema incluído en su poemario 'El rayo que no cesa' y denominado con un simple número, el nueve.

Desde hace semanas lo tenía señalado, lo tenía marcado para retornar a él, no con una pluma ni un pétalo de rosa, sino con un simple y mundano billete de metro.

Es un soneto, y dice así:

"Fuera menos penado si no fuera
nardo tu tez para mi vista, nardo,
cardo tu piel para mi tacto, cardo,
tuera tu voz para mi oído, tuera.

Tuera es tu voz para mi oído, tuera,
y ardo en tu voz y en tu alrededor ardo,
y tardo a arder lo que a ofrecerte tardo
miera, mi voz para la tuya, miera.

Zarza es tu mano si la tiento, zarza,
ola tu cuerpo si lo alcanzo, ola,
cerca una vez pero un millar no cerca.

Garza es mi pena, esbelta y triste garza,
sola como un suspiro y un ay, sola
terca en su error y en su desgracia terca.
"

No sé si es de lo mejor o no del poeta; no sé si es un poema maduro o no y no quiero ni me atrevo a comentar su estructura, su significado, su rima o sus presuntos méritos.

Sólo sé que me llamó la atención su ritmo, la obsesiva repetición de palabras en rápida cadencia. Sólo sé que me llamó la atención... y me gustó.

¿Qué más se necesita?

domingo, 23 de mayo de 2010

La soledad en cifras

La soledad. Ese sentimiento tan humano... y tan literario. Hay muestras brillantes y tremendas a un tiempo en nuestra literatura describiendo la soledad. Se me vienen a la mente 'La lluvia amarilla' de Julio LLamazares o 'Blasón de muérdago' de Luis Mateo Díez.

Sin embargo, la soledad puede ser objeto no sólo de aproximaciones literarias. Aunque parezca mentira, tambien puede ser estudiada de forma científica e, incluso, matemática.

Me encuentro leyendo 'Conectados' de Nicholas A. Christakis y James H. Fowler, un libro que estudia las redes sociales...pero no las herramientas de Internet bajo ese mismo nombre, sino las redes humanas, las que se establecen entre personas por diferentes medios. En ese contexto, estudia el impacto de las redes sociales en la propagación de efectos de todo tipo, desde el amor, a la salud, pasando por las ideas políticas, la felicidad...y la soledad.

Nos dicen los autores al respecto de ésta última:

"Las personas que tienen más amigos, tienen menos probabilidades de experimentar la soledad. Cada amigo extra reduce en torno a dos el número de días en que nos sentimos solos en todo un año. . Puesto que (según nuestros datos) las personas se sienten solas una media de cuarenta y ocho días al año, tener un par de amigos extra reduce nuestra soledad en torno a un diez por ciento."

Ya sabemos cómo cuantificar la soledad o, al menos, su impacto en nuestras vidas...y una estimación numérica de cómo reducirla, de cuántos amigos necesitamos.

Lo que es terrible es ver el valor medio: cuarenta y ocho días de soledad al año, un 13,15% de los días, un 13,15% de nuestra existencia.

Cuarenta y ocho días de soledad al año.

Debo ser afortunado...

domingo, 9 de mayo de 2010

La felicidad como opción

"Betty es de esas personas que creen que se puede ser feliz si uno lo decide, que la ligereza nos salva, que no es algo inconcebible ser inconsolable y feliz a la vez."

Philippe Besson
'Un instante de abandono'

Una opción sabia aunque inestable la de Betty, uno de los personajes de la novela 'Un instante de abandono' de Philippe Besson: considerar la felicidad como una opción personal, como algo que se elige, no como algo marcado desde el exterior por los acontecimientos.

Esa elección debe, pare ser efectiva, ser capaz de convivir con desgracias y desengaños, con el desconsuelo. Y la herramienta para sobrellevarlos, para conseguir la felicidad, puede ser la ligereza, el no profundizar en el dolor, el contentarse con pequeñas alegrías, con las pequeñas cosas que nos son dadas.

La felicidad como opción: sabio...pero inestable.

miércoles, 5 de mayo de 2010

La literatura como pregunta

Esto afirmaba el semiólogo frances, Roland Barthes, acerca de la naturaleza de la literatura:

"La literatura es la pregunta menos la respuesta"

Según eso, la literatura es interrogación, es búsqueda, es cuestionamiento, es duda.

¿Y tiene sentido la pregunta si no tiene respuesta?

Probablemente la respuesta sea la propia búsqueda, la propia pregunta, o el interés en la búsqueda.

Tal vez, hay conocimiento en la interrogación o, si se prefiere, y ya que de literatura hablamos, es que "se hace camino al andar"...